Wednesday, June 13, 2007

Aviso trabajo final

Estimados alumnos:

Les recuerdo que pueden mandar sus preguntas y dudas acerca del trabajo final al mail de la clase. Asimismo, les comento que sólo se podrá entregar el trabajo el próximo jueves 21 de junio a las 16:00 hrs. en el salón en donde se llevó a cabo el curso. No sé podrá entregar por e mail.

Saludos y nos vemos la siguiente semana.

Iván Islas.

Tratado de la argumentación 70-73

70. EL ARGUMENTO DE AUTORIDAD

Existen argumentos cuyo alcance está condicionado por el prestigio. La palabra de honor que alguien dé como única prueba de la afirmación, dependerá de la opinión que se tenga de él como hombre.

El argumento de prestigio que se presenta con más claridad es el argumento de autoridad, éste utiliza juicios o actos de una persona o grupo para defender una tesis, es uno de los más atacados ya que en ambientes hostiles a la libre investigación científica fue el más utilizado concediéndole un valor apremiante, como si las autoridades invocadas fueran infalibles.
Los positivistas lo atacan tratándolo de fraudulento, como un medio de camuflar las acciones ilógicas haciéndolas pasar por lógicas, como un pseudo argumento sostenido por la autoridad de personas eminentes.

Las autoridades invocadas son muy variables, puede ser la opinión unánime, categorías de hombres como: los científicos, filósofos, o autoridades impersonales tales como: la física, la religión, o la Biblia.

Las autoridades invocadas son la mayoría de las veces autoridades específicas; el auditorio conoce su autoridad en un campo concreto y únicamente en este campo, el orador puede servirse de ella.

A menudo parece que se ataca el argumento de autoridad cuando en realidad lo que se cuestiona es la autoridad invocada, como pascal que se burla de la autoridad de la gente de condición pero apela a la de san Agustín.
Cuando hay un conflicto entre las autoridades, se plantea el problema de los fundamentos; estos deberían permitir determinar el crédito que merecen cada una de las autoridades.

La lucha contra el argumento de autoridad puede resultar del hecho de que se desea remplazar el fundamento tradicional de la autoridad por un fundamento diferente, lo cual conlleva un cambio de autoridad.

Muchas veces el argumento de autoridad no sólo es una única prueba sino que complementa una rica argumentación comprobando entonces que la autoridad tiene valor o no dependiendo de la congruencia con la opinión del orador.

En un argumento de autoridad, cuando ésta es de la mayoría, casi siempre se encuentra por debajo una concepción de lo normal y esta autoridad se manifiesta por la calificación. Es decir si algo es normal para la mayoría, esta opinión constituirá una autoridad que será corroborada con la aprobación o no de las acciones.

Se puede dar el caso de que el argumento de autoridad dé un valor argumentativo a afirmaciones que se valen de algo ignorado o incomprendido así que cuando surge la incompetencia se tiene que recurrir a una autoridad para poder juzgar.

Ejemplo

Si se trata de convencer a la población mexicana de que la ley Televisa es en beneficio del pueblo y que con esta ley se tendrá acceso a una mayor tecnología y esta a su vez hará que la sociedad mexicana progrese, el argumento de autoridad sería obviamente el señor Emilio Azcarraga Jean ya que este personaje es competente en el ámbito de las televisoras y por lo tanto representa una autoridad, por medio de ésta persona el público tal vez aprobaría la ley por que se basarían en la opinión de alguien capacitado para opinar en dicho ámbito.

Vemos aquí que podría cuestionarse el argumento de autoridad ya que algún opositor podría apelar a una autoridad de otra televisora a la cual no le convenga la aprobación de dicha ley, en este caso comprobaríamos el cambio de autoridad según la opinión del orador.

Notamos en el primer recurrimiento a la argumentación de autoridad (Emilio Azcarraga) la posición de los positivistas, ya que la acción de contar con nuevas tecnologías en al televisión, parece lógica, pero si analizamos y descubrimos que sólo podrán acceder a ella las televisoras con suficiente capital nos daremos cuenta de que dicha acción es ilógica por que la mayoría de los programas televisivos desaparecerán.

71. Las técnicas de ruptura y de frenado opuestas a la interacción acto-persona.

Dichas técnicas se deben poner en movimiento cuando existe una incompatibilidad entre lo que creemos de la persona y lo que pensamos del acto, y cuando nos negamos a operar las modificaciones que se impondrían. Tienen como finalidad el transformar la interacción en acción que va en un sentido y no en el otro.

Las técnicas de ruptura son dos: la primera consiste en impedir la reacción del acto sobre el agente y se lleva acabo cuando se considera a éste como un ser perfecto. Asimismo la segunda técnica esta referida a la reacción del agente o a la expresión de un hecho.

Ejemplo de la primera técnica tenemos lo que nos menciona Leibniz al decir que un hombre podría dar muestras tan grandes y tan importantes de su virtud y santidad que todas las razones que pudieran utilizarse para imputarle un crimen, merecerían que le les rechazara como calumnias de algunos falsos testigos.

En esta técnica la naturaleza de la persona es la única que influye en nuestra opinión sobre el valor del acto.

Como ejemplo de esta podemos mencionar lo siguiente:

El caso del conductor: Paco Stanley. De él podemos decir que era un hombre estimado por la mayoría de la población mexicana dado que se le reconocía como un hombre que sólo se dedicaba a trabar y con ello a entretener a las familias mexicanas. Con su asesinato se le comenzó a relacionar con el narcotráfico, sin embargo los adjetivos que se le adjudicaban antes de su asesinato fueron más fuertes que el hecho mismo que la razón de su muerte, tan es así que se le sigue recordando como el gran conductor de entretenimiento familiar.

Por otra parte la técnica de ruptura opuesta da la primacía al acto, el cual ya no depende de la opinión que se tiene de la persona: esta resulta de la circunstancia de que el acto expresa un hecho o enuncia una verdad.

Ejemplo de ellos tenemos el caso de Carlos Ahumada, el cual a pesar de ser un hombre que cuyos negocios giraban entorno al deporte y a la prensa escrita, tras el video escándalo en donde se le ve dando dinero al gobierno federal. En ese caso los hechos hablaban más que el prestigio del empresario.

Por otra parte llamaremos técnicas de frenado a aquellas que se utilizan para restringir la acción. Una de las cuales es el prejuicio que se manifiesta de forma en la acción como prevención. Por esto es que este gira en torno a la permanencia de la persona, misma que se opone a las incesantes renovaciones del concepto que nos formamos de una persona y que contribuye eminentemente a su estabilidad.

El prejuicio y el prestigio actúan de la misma forma, pero operan en formas diferentes dentro de la argumentación. El primero lleva al sujeto actuante a tomar en cuenta las advertencias que le mencionan y que asimismo lo guiaran en su acción, que se caracteriza como precavida.


Otro tipo de técnicas se muestran como formas de alcance más restringido, que sólo se aplican a actos determinados. Una de ellas consiste en recurrir a la noción de excepción. La cual recurre a ver el acto como fuera de los alcances del actuante por lo que su acción limitada se ve justificada por el hecho “excepcional “o fuera de o normal.

Cabe decir que dichas técnicas son muy usuales en los procesos judiciales, especialmente en el penal. En los cuales e pretende apoyo de la persona con sus actos loables y reducirla con los actos por los cuales se le juzga.

72. El discurso como el acto del orador

En las relaciones entre el acto y la persona, el discurso, como el acto del orador, merece una atención especial. El discurso es la manifestación de la persona y, la interacción entre orador y discurso, desempeña un papel muy importante en la argumentación.

La moralidad de un orador se mide en su persona. Si quien nos recomienda a un candidato espera conseguir el nombramiento o de la elección de este último una ventaja personal apreciable, la importancia de la recomendación se resentirá por ello inevitablemente. la persona es el contexto más valioso para apreciar el sentido y el alcance de una afirmación.

Las palabras de los demás reproducidas por el orador, cambian de significación en boca de otro, simplemente porque se adopta una postura diferente. Las ofensas son inocentes hechas por los niños, no así cuando son de parte de un adulto.

Dentro del prejuicio, los individuos no modifican su apreciación únicamente con arreglo al prestigio concedido al autor u orador que emite el discurso. El enunciado no es el mismo cuando de tal autor a otro cambia su significación: no sen produce una simple transferencia de valores, sino una de interpretación de un nuevo contexto. La influencia del prestigio y el poder de sugestión que ejerce se manifiestan de forma menos irracional y simplista de lo que hemos creído.

Los oradores deben de dar una impresión favorable de su persona, arraigan la estima, la benevolencia, la simpatía del auditorio. El orador, en efecto, ha de inspirar confianza: sin ella el discurso no merece crédito.

Refutar al adversario indigno de confianza mediante ataques, si puede realizarse en algunos casos muy concretos amenazaría, la mayoría de las veces, con desacreditar a quien lo aplicase. En muchas ocasiones la persona del orador desempeña un papel eminente. Por ejemplo, el vocero de Fox era sólo un declamador y el Papa con su sola presencia provocaba emoción y ejercía persuasión en los seguidores.

Las funciones ejercidas exactamente lo mismo que la persona del orador constituyen un contexto cuya influencia es innegable. No es lo mismo que lo diga un profesor a un alumno.

Si la persona del orador proporciona un contexto al discurso, este último determina la opinión que se tendrá de ella. El discurso contribuye a la buena opinión que el auditorio puede formarse del orador, resulta poco frecuente que se permita a este último, para conseguirlo, elogiarse así mismo.

La vida del orador, en la medida en que es público constituye un amplio preámbulo para su discurso, por ejemplo, Britney Spiers no puede hablar en contra de las drogas porque nadie la va a creer, debido a que su imagen ya esta muy degradada.

Una argumentación vergonzosa, floja o incoherente, lo único que hace es perjudicar al orador. El orador tendrá empeño en conciliarse con el auditorio, bien mostrando su solidaridad con él, bien manifestándole su estima, bien integrándose a su integridad.

Una figura o permissio, es cuando el orador, al tener que asumir, frecuentemente el papel de mentor, de aquel que aconseja, reprende, dirige, debe procurar no provocar en el público un sentimiento de hostilidad ni de inferioridad hacia él; es preciso que el auditorio tenga la impresión de que decide con total libertad.

Todas las técnicas que contribuyan a la comunidad del orador con el auditorio atenuarán la oposición entre ellos. El ceremonial, técnica de distinción que realza la brillantes del orador podrá ser favorable para la persuasión, si los oyentes lo consideran en un ritual en el cual también participan ellos.

Cuando se trata de comunicar hecho, la persona del orador parece estar mucho menos comprometida que cuando se trata de emitir apreciaciones. Pero incluso, la actitud del orador puede manifestar su estima para con el público.

Cuando se trata de la iniciación de una disciplina, no aparece el sentimiento de inferioridad en el auditorio, porque éste tiene de antemano, es deseo de asimilar esta disciplina.

73. El grupo y sus miembros

Los individuos influyen en la imagen que tenemos de los grupos a los cuales pertenecen, e inversamente, lo que pensamos del grupo nos predispone a cierta imagen de los que lo integran.

El prestigio del grupo puede favorecer la propagación de sus ideas, costumbre y modas, de sus productos y procedimientos. La argumentación que atañe al grupo y a sus miembros es mucho más compleja que la que concierne a la persona y a sus actos, primero porque la misma persona pertenece siempre a grupos múltiples, pero la noción de grupo es más indeterminada que la de la persona. A ciertos grupos los reconocerán todos, hasta los protegerán las instituciones.

Si la realidad del grupo depende la actitud de sus miembros, depende otro tanto, y a veces más, de la actitud de las personas ajenas a dicho grupo, Tienden a considerar que existe un grupo social, cada vez que tiene un comportamiento diferente con respecto a sus miembros. La argumentación de grupo es un elemento argumentativo, evidentemente sujeto a controversia inestable, pero de una importancia capital.

La interacción entre el individuo y el grupo puede utilizarse para valorar o devaluar a una y a otro. Uno no puede elogiarse así mismo, puede representarse como partidario de cualquier política o como miembro de tal iglesia, lo cual es susceptible de construir una importante recomendación. Por ejemplo, las empresas que se unen al TELETON, lo hacen para quedar bien y para limpiar su imagen frente al público o a los usuarios.

Algunos modos de comportarse son conforme a la idea que se tiene de los miembros de un grupo: el comportamiento de los nobles, es noble, de los villanos, villano, el de los cristianos, cristiano. Se describe el comportamiento por la dominación misma del grupo, por ejemplo, el ejército.

El valor del acto depende del prestigio del individuo, de lo que se atribuye al grupo. El grupo se enorgullecerá de la conducta de aquellos a los que considera miembros suyos, se olvidara a menudo de ocuparse de las personas ajenas a él.

La única técnica que permite realizar una ruptura de integración entre grupo e individuo consiste en la exclusión de éste; podrá aplicarla al propio individuo o a los demás miembros del grupo. Si alguien expresa una opinión violentamente opuesta a la de los demás miembros del grupo, y se niegan a admitir que esta opinión puede ser atribuida al grupo, entonces se impondrá una ruptura.

Quien ya no comparte las opiniones del grupo, al tiempo que manifiesta claramente que no quiere separarse de él. Deberá emplear decisiones que opongan. Casi siempre la exclusión tiene como consecuencia la adhesión del individuo a otro grupo, lo cual en algunos casos, pone de manifiesto la ruptura con el grupo precedente.

Una misma crítica a un grupo tendrá un alcance muy diferente según que emane del alguien que permanece solidario con el grupo, de alguien que quiera alejar de él o de personas que están fuera de él.

Un grupo que rechaza de inmediato, y casi automáticamente a cualquier miembro cuyo cualquier comportamiento es aberrante, que nunca consiente en servir de fianza a sus miembros se aproximan lo no posible a la situación de la persona no perfecta.

Más frecuentes que las técnicas de ruptura son las técnicas de frenado; las cuales serán el recurso al prejuicio y a la excepción. Esta última técnica se utilizará con éxito en cuanto menos representativos del grupo parezcan ser los individuos.

Otra técnica del frenado consiste en solidarizar al individuo con el mismo. Todas estas técnicas de frenado no se emplean sin que repercutan en los dos componentes del enlace individuo-grupo. El recurrir a la excepción no tiendo sólo a frenar la acción que ejerce el comportamiento del individuo en la imagen que se forma del grupo. Puede tener por resultado el valorar o devaluar al individuo, presentándolo como único, el provocar a propósito un efecto de sorpresa.

Cuanto más desfavorable sea el prejuicio contra el grupo más deberán de trabajar los miembros del grupo que no deseen caer bajo el peso de la condenación general, para que se les reconozca este estatuto excepcional.

Monday, June 04, 2007

Tratado de la argumentación V

Capítulo II

LOS ARGUMENTOS BASADOS EN LA ESTRUCTURA DE LO REAL


60. GENERALIDADES

Los argumentos fundamentados en la estructura de lo real se sirven de determinadas formulas lógicas o/y matemáticas para establecer una solidaridad entre juicios admitidos y otros que se intentan promover.

Una forma de evidenciar la solidaridad entre los diversos elementos consiste en presentarlos como partes indisociables de un mismo todo.

A) LOS ENLACES DE SUCESIÓN

61. EL NEXO CAUSAL Y LA ARGUMENTACIÓN

Entre los enlaces de sucesión, el nexo causal de debe permitir argumentaciones de tres tipos:

a) Las que tienden a aproximar, de modo recíproco, dos acontecimientos sucesivos dados, por medio de un nexo causal.

b) Las que, dado un acontecimiento, tratan de descubrir la existencia de una causa que haya podido determinarlo.

C) Las que, ocurrido un acontecimiento, procuran evidenciar el efecto que debe resultar de ello.

La argumentación por la causa supone, cuando se trata de actos humanos, que éstos son razonables. Difícilmente se admitirá que alguien haya actuado de cierta forma, si el acusador no explica las razones del comportamiento alegado; incluso sería preciso que expusiera por qué se habrá cometido tal acto y no otro que parece preferible.

En razón de acuerdos semejantes, pueden desarrollarse argumentaciones que pretendan desechar todo lo que parezca demasiado improbable para que se produzca.

A la búsqueda de la causa corresponde, en otras circunstancias la del efecto. La argumentación se desarrolla, en ese caso de forma análoga, el acontecimiento garantiza ciertas consecuencias; las consecuencias previstas, si se realizan contribuyen a probar la existencia del suceso que los condiciona.


62. EL ARGUMENTO PRAGMÁTICO

Llamamos ‘argumento pragmático’ aquel que permite apreciar un suceso y enfocarlo a sus consecuencias – a las que hemos de definir como fuente de valor del acontecimiento que las ocasiona--; para ello, es preciso remitirse a los efectos.
El argumento pragmático tiene una importancia directa para la acción, i.e. no requiere justificación alguna, por lo que puede emplearse para justificar el comportamiento de un sujeto.
En este tipo de argumentación, se necesita entender el enlace ‘hecho-consecuencia’ de modo que pueda ser validada. Podemos considerar las buenas consecuencias de una tesis como prueba de su verdad.
Un uso característico del argumento pragmático consiste en proponer el éxito como criterio de validez; por ejemplo, la ‘felicidad’ como última justificación del ámbito religioso o filosófico.
Para que la transferencia de valor se opere claramente, se intentará mostrar que cierto suceso es condición necesaria y suficiente del otro (a través de la asociación). Pero dicha transferencia hace que causa y efecto puedan considerarse como la definición uno de otro, adentrándonos así en una “argumentación cuasi-lógica”.


63. EL NEXO CAUSAL
como relación de un hecho con su consecuencia o de un medio con un fin

Se ha criticado al argumento pragmático porque un mismo acontecimiento puede interpretarse y valorarse de modo distinto. Los gritos de un bebé, por ejemplo, llaman la atención de la madre, pero en un momento dado se convierten en un medio para conseguir este efecto; si nadie lo atendiera, el niño no tendría razón de llorar.
Por otro lado, la ironía consiste en invertir la interpretación de un mismo acontecimiento. Para sostener una interpretación hecho-consecuencia contra una de medio-fin, su usan diversas técnicas: el acontecimiento sobrevenido no podía ser un fin, dado el poco interés que presentaba en esta circunstancia, o bien se mostrará que el hecho que debía originarlo no era un medio, puesto que era ya una consecuencia de un hecho determinado.
Comenzó a ser habitual el hecho de que el nexo antiguo pasara a segundo plano. Por ejemplo, la caza tenía como fin buscar el alimento, pero luego pasó a ser un medio de diversión y estatus.

64. EL FIN Y LOS MEDIOS


La lógica de los valores ha indicado una clara distinción entre los fines y los medios, de los cuales los fines últimos corresponden a valores absolutos. En la práctica, existe una interacción entre los objetivos perseguidos y los medios empleados para realizarlos. Los objetivos se constituyen, se precisan y se transforman, con arreglo a la evolución de la situación de la que forman parte los medios disponibles y aceptados.

Hay fines que parecen tanto más deseables, cuanto más fácil en su realización. Por eso resulta útil mostrar que si , hasta ahora no se ha tenido éxito, obedece a que se habían ignorado los buenos medios, o que se habla olvidando de emplearlos.

En algunos casos, el medio puede convertirse en un fin que se perseguirá por sí mismo.

Para evitar descalifica los valores de los que tratan, sin dejar por ello escapar un argumento eficaz, a saber su utilidad como medio para un fin reconocido. Cabe destacar, a este respecto, que la mención, ante ciertos auditorios y en determinadas circunstancias, de valores demasiado elevados amenaza con rebajarlos al rango medio.

No olvidemos que, si es cierto que el fin valora los medios, no siempre los justifica; pues su uso puede ser condenable en si, o tener consecuencias desastrosas, cuya importancia puede superar la del fin buscado.

La determinación del medio mejor depende naturalmente de la definición precisa del objetivo perseguido. Por otra parte., quien argumente con arreglo al medio mejor, estará tentando a dividir los problemas, de modo que elimine todas las consideraciones de los valores que no sean relativas al fin en cuestión.

El discurso mismo puede convertirse lo sabemos en objeto de reflexión. Se lo puede tratar como consecuencia, como medio, como fin.


65. EL ARGUMENTO DEL DESPILFARRO



El argumento del despilfarro consiste en decir que puesto que ya se ha comenzado una obra, aceptado sacrificios que serían inútiles en caso de renunciar a la empresa, es preciso proseguir en la misma dirección. Es la justificación proporcionada por el banquero que sigue prestando al deudor insolvente esperando en resumidas cuenta, sacarlo a flote.

Por algún camino, los argumentos de lo posible y de lo fácil pueden aproximarse al argumento del despilfarro.

A si mismo se encontrará en el argumento del despilfarro un incentivo al conocimiento, al estudio, a la curiosidad, a la búsqueda.

El argumento del despilfarro recuerda el del sacrificio inútil. El sacrificio constituye la media del valor que lo determina, pero si este valor es mínimo, el sacrificio se desprecia a su vez. Este argumento del despilfarro anima a continuar la acción empezada hasta el triunfo final.






B) LOS ENLACES DE COEXISTENCIA

68. LA PERSONA Y SUS ACTOS

Los enlaces de coexistencia unen dos realidades de nivel desigual, al ser una más fundamental y explicativa que la otra.

El carácter más estructurado de uno de los términos es lo que distingue esta clase de enlace, al ser totalmente secundario el orden temporal; se habla de enlaces de coexistencia, para oponer este tipo de enlaces de lo real a los enlaces de sucesión en los cuales es primordial el orden temporal.

En la argumentación, la persona- considerada soporte de una serie de cualidades, el autor de una serie de actos y juicios, el objeto de una serie de apreciaciones- es un ser duradero en torno al cual se agrupa toda una cadena de fenómenos a los cuales da cohesión y significación.

Pero como sujeto libre, la persona posee esta espontaneidad, este poder de cambiar y transformarse, esta oportunidad de ser persuadida y resistirse a la persuasión, lo cual hacen del hombro un objeto de estudio sui géneris y, de las ciencias humanas, disciplinas que no pueden contentarse con copiar fielmente la metodología de las ciencias naturales.

Así por ejemplo: como la moral y el derecho necesitan las nociones de persona y de acto en su enlace e independencia relativa. La moral y el derecho juzgan a la vez el acto y al agente. No podrían conformarse con tener en consideración a sólo uno de los dos elementos. Por el hecho mismo de que se le juzga a él, al individuo y no a sus actos, se admite que es solidario con los actos que ha cometido.

Friday, June 01, 2007

Discutiendo acerca del tema para el trabajo final







Teoría de la argumentación IV

Argumentación por el sacrificio

Uno de los argumentos de comparación utilizados con más frecuencias es el que se vale del sacrificio que se está dispuesto a sufrir para obtener cierto resultado.

Para poder tener en cuenta este esfuerzo, es preciso que pueda ser descrito o conocido de una forma que, al menos provisionalmente, parezca suficiente.

En la argumentación por el sacrificio, éste debe calcular el valor atribuido al motivo por el cual se consiente el sacrificio.

Si, en el argumento del sacrificio, lo examinado es el hecho del individuo que consiente el sacrificio, la significación de este último a los ojos de los demás, depende de la estima hacia quien efectuó el examen.

El examen que lleva al sacrificio, hecho con toda sinceridad, es, además, un elemento susceptible de aumentar este prestigio. No obstante, si se conoce el objeto del sacrificio y su valor es escaso, el prestigio de aquellos que se han sacrificado disminuirá, por una especie de choque de rechazo.

Destaquemos, sin embargo, que, para que el valor del Uno se demuestre por la grandeza del sacrificio, es preciso que el ascetismo resultante descanse en una apreciación positiva previa a los bienes de este mundo, sin lo cual la renuncia no sería convincente. Siempre se le puede hacer una grave objeción al argumento por el sacrificio. El hecho de que la psicología contemporánea haga hincapié en la ambivalencia de los sentimientos permite formularla en términos extremos: Quien sacrifica su hijo al honor ¿no alimentaba hacia él un odio inconciente? El valor del honor no se vería entonces realzado en nada por esta inmolación. La medida por el sacrificio supone constantes e, insertados en un campo cuasi formal, elementos que, de hecho, están sujetos a variaciones. La prueba está en que la concepción que tenemos de un mismo sacrificio puede en la práctica, ser muy diferente según las conclusiones que queramos sacar.

El valor del fin perseguido con el sacrificio se transforma igualmente, durante la acción, en virtud de los propios sacrificios consentidos.

El argumento del sacrificio, utilizado de forma hipotética, puede servir para evidenciar el valor que concedemos a algo; pero va acompañado, muy a menudo, por la afirmación de que semejante sacrificio, el cual estaríamos dispuestos a asumir, es, o superfluo, porque la situación no lo exige, o ineficaz, porque no permitiría llegar al objetivo previsto.

El sacrificio inútil – que no es pura hipótesis, sino trágica realidad - puede conducir a la desconsideración de aquellos que lo han realizado

La replica informa sobre la importancia de un acto.

Por la intensidad del pesar se aprecia el valor de una cosa perdida. El argumento cuasi lógico del sacrificio puede aplicarse también a todo el campo de las relaciones de medio a fin, siendo el medio un sacrificio, un esfuerzo, un gasto, un sufrimiento. Sobresale sobre todo el aspecto cuasi lógico cuando, para valorizar tal cosa, transformamos otra en medio apto para producirla y medirla.

Ej: creo que alguno de los dioses, admirado por el valor de éstos, suscitó la guerra para que hombres de tal naturaleza no pasaran inadvertidos y acabaran su vida sin gloria.

Es muy evidente también cuando la importancia de lo que esta en juego se mide por el despliegue de las fuerzas solicitadas.

Ej: Sin duda, estamos cansados de rogar a dios; decidimos dirigirnos a os santos y aquí están todos requeridos con el fin de que intervengan para que la izquierda no vote esta maldita ley.

El viejísimo argumento, eternamente repetido, de la dificultad de expresión, es , asimismo, una medida cuasi lógica.

Ej: tan difícil resulta ensalzar a quienes sobrepasan en valor a los demás como a quienes nada bueno han hecho; estos últimos carecen, en efecto, de hazaña para aquéllos, empero, no hay palabras convenientes.

Todos estos argumentos sólo actúan si el valor evaluado no está sujeto a otra pesada, más conveniente. Si no, el argumento por el sacrificio puede volverse cómico.

La medida por el sacrificio está vinculada a menudo a la idea de un limite móvil entre los elementos. Cuando éstos forman una totalidad fija, el argumento del sacrificio se acerca a veces al argumento por división. Así es cuando dos caracteres son tales que , para llegar a un resultado dado, la cantidad de uno varia en sentido inverso a la del otro. El sacrificio mide entonces la importancia atribuida al complementario.

La complementariedad se presenta a veces como compensación, lo cual supone también una totalidad constante a la cual se alude. Pero la idea de compensación es más compleja que la de complementariedad y supone, ante todo, una serie de evaluaciones reciprocas.

La argumentación por el sacrificio, y aquellas que se le unen, aproxima los términos confrontados y establece una interacción entre ellos.


Probabilidades:

Hay un grupo de argumentaciones que se refieren a la noción de variabilidad y a las ventajas que éstas presentan, es decir, relaciona el todo y las partes argumentando o útil de esto.

Las argumentaciones que contemplan la probabilidad evalúan, confrontan el riesgo de ganancia y de pérdida combinadas con la magnitud de lo que está en juego y cuantifica todos los elementos en causa.

Actualmente muchos escritores que siguen la tradición utilitaria, recurren a los razonamientos de probabilidad para explicar la unidad de nuestra conducta; los teóricos de las funciones de decisión, por su parte, tratan de formular los problemas de elección de manera que puedan someterlos a este cálculo.
De un problema particular se dan criterios específicos de elección y se considera un riesgo aceptable.

Sin embargo, hay algunas objeciones a la aplicación del cálculo de las probabilidades, ya que en algunos casos, pesan más los buenos argumentos que la equidad cuantitativa; un ejemplo que se utiliza en la lectura, es el de la lucha de dos personas por cierta cantidad de dinero y será repartida con arreglo a las probabilidades de sus derechos; este razonamiento se basa en probabilidades equitativas; sin embargo olvidan que la suma se concederá al que cuyas argumentaciones parezcan las mejor fundamentadas.
En conclusión, el autor afirma que el razonamiento de las probabilidades es sólo un instrumento que evalúa la magnitud de un bien, la probabilidad de conseguirlo, amplitud de la información en la cual se basa esta probabilidad y el grado de certeza con el que sabemos que algo es un bien; los resultados de esta evaluación generalmente son razonamientos cuasi lógicos y que requiere de acuerdos previos a menos de que se basen en delimitaciones científicas

Teoría de la argumentación III

PUNTO 54: ARGUMENTOS DE TRANSITIVIDAD

La transitividad es una propiedad formal de ciertas relaciones que permite pasar de la afirmación de que existe la misma relación entre los términos a y b y entre los términos b y c, a la conclusión de que también existe entre a y c: las relaciones de igualdad, superioridad, inclusión, ascendencia, son relaciones transitivas.

La transitividad de una relación autoriza demostraciones en forma, pero cuando la transitividad es cuestionable o cuando su afirmación exige modificaciones, el argumento de transitividad es de estructura cuasi lógica.

El uso de relaciones transitivas es preciado en los casos en que se trata de ordenar seres, acontecimientos, cuya confrontación directa no puede tener lugar. Con el modelo de algunas relaciones transitivas como mayor que, más pesado que, más extendido que, se establece, entre diversos seres cuyos caracteres sólo pueden conocerse a través de sus manifestaciones, relaciones consideradas transitivas. Así, si el jugador A ha ganado al jugador B y si B ha ganado al jugador C, se concluye que A es superior a C.

Otra de las relaciones transitivas es la relación de implicación. La relación transitiva de implicación sólo es la resultante de otras relaciones transitivas. De este modo, se pueden edificar cadenas transitivas en relaciones de consecuencia lógica.

El razonamiento silogístico está fundamentado esencialmente en la transitividad, por lo que la cadena silogística, en calidad de relación de consecuencia lógica, es una de las cadenas transitivas que presenta el mayor número de incentivos para la argumentación cuasi lógica.

También, los argumentos basados en las relaciones de alianza o de antagonismo entre personas y entre grupos adoptan con facilidad una apariencia cuasi lógica. E. Dupréel ha intentado sistematizar lo que llama lógica de los conflictos, formulando a este respecto 5 teoremas que conciernen a la propagación de los antagonismos y a la formación de las alianzas.

Asimismo, no sólo se puede interpretar la mayoría de estos argumentos con ayuda de diferentes esquemas cuasi lógicos, sino también defenderlos con argumentos basados en la estructura de lo real. Por ejemplo, las relaciones de medio a fin.


PUNTO 55: LA INCLUSION DE LA PARTE EN EL TODO

La relación de inclusión da lugar a 2 grupos de argumentos: los que se limitan a tener en cuenta la inclusión de las partes en el todo, y los que se valen de la división del todo en partes y de las relaciones entre las partes resultantes.

Los argumentos cuasi lógicos que se limitan a confrontar el todo con una de las partes, no atribuyen ninguna calidad determinada ni a algunas partes ni al conjunto, sólo se analizan las relaciones que permiten una comparación cuasi matemática entre el todo y las partes. Esto hace posible que se presenten argumentaciones fundamentadas en el esquema “lo que vale para todos vale para la parte”.

También, la mayoría de las veces se estudia, desde el punto de vista cuantitativo la relación del todo con las partes, es decir, el todo engloba la parte y por consiguiente, es más importante que aquella.

Así, un tipo de razonamiento basado en la inclusión, utilizado frecuentemente, concierne a la relación entre lo que comprende y lo que es comprendido. En la forma más simple, consistirá en declarar al mentiroso superior a aquellos a los que engaña porque sabe que miente: los conocimientos de sus interlocutores sólo son una parte de las suyas.

Además, los argumentos derivados de la inclusión de la parte en el todo permiten plantear el problema de sus relaciones con los lugares de la cantidad. Los argumentos cuasi lógicos están siempre a disposición para justificar los lugares de la cantidad, en el caso de que se les cuestionara. Por otra parte, estos lugares pueden servir de premisas a una argumentación de aspecto cuasi lógico.


PUNTO 56: LA DIVISIÓN DEL TODO EN SUS PARTES

Una manera de argumentar es a partir de la concepción de un todo ir sumando sus partes, esto es conocido como división o partición. Ejemplo de esto es cuando se quiere acusar a una persona de haber cometido un delito, se puede comenzar por decir que los hombres cometen injusticia por tres razones, se deciden cuales son y después se recurre a desviar dos causas que fueran imposibles (entimema de Aristóteles).

En la obra Tópicos de Aristóteles se realiza la división del género en especies, lo que no esta dentro de las especies no lo esta por lo tanto dentro del genero.
El numero en que se va a dividir las partes es indeterminado, pero en el cado la forma tiene que ser lo contrario, por ejemplo el numero de partes en que se divide el Estado es incontable sin embargo cuando se habla de las tres formas del estado es de carácter determinado.

La enumeración de las partes por medio de la argumentación por división tiene que ser exhaustiva para que sean susceptibles de reconstruir el conjunto. Las partes en que se divida tienen que mantener relaciones efectivas y tiene que estar desprovistas de ambigüedad. El esfuerzo que se realiza al dividir es prácticamente para realmente demostrar a la existencia del todo. Por ejemplo si se dice que la Ciudad de México es insegura, y una persona niega esta situación podemos comenzar a enumerar las colonias más peligrosas y con mayor numero de índice en crímenes, para demostrar que si es el DF un lugar con alto número de inseguridad.

Los argumentos por decisión, se basan en el dilema que es un razonamiento que responde a la alternativa y muestra, que según el camino que se tome se de el mismo resultado, aunque las dos hipótesis sean contrarias. Cuando se tiene un problema en debate, lo indicado sea que se venza a la propuesta de solución del contrincante para que así quede vista como más sólida la posición que se esta defendiendo.
EJEMPLO:
Cuando un político habla acerca de que un país moderno se mantiene por democracia, libertad, igualdad y fraternidad, y que México debe de estar en búsqueda de estas claves (partes) para lograr ser una nación desarrollada (el todo).


PUNTO 57: LOS ARGUMENTOS DE COMPARACIÓN

Los argumentos de comparación consisten en confrontar varios objetos para evaluarlos uno con relación de otro. Consiste en afirmaciones como “Tus mejillas son rojas como un tomate” o “La Ciudad de México tiene más habitantes que el estado de Querétaro”, tiene que tener un carácter de realidad que sea susceptible a prueba. Los argumentos de comparación son cuasi lógicos.
Las comparaciones se pueden efectuar por:
® oposición (lo pesado y lo ligero)
® ordenación (primero lo que es más pesado)
® ordenación cuantitativa (quise marcan las unidades que hacen lo más pesado)
Ejemplo de esto sería si comparamos los recursos para una propaganda electoral, como spots, carteles etcétera, entre los partidos donde se analicen en que cosas se gasto más dinero y en que otras menos.

Los términos de comparación entran en relación de dos maneras:
-el nivel absoluto del termino patrón podrá influir en el valor de los términos pertenecientes a la misma serie y con los que se compara.
-la confrontación puede aproximar dos términos que se están autorizando a considerar como inconmensurables.
Los términos que se utilicen para realizar la comparación deben de ser de acuerdo con el auditorio, ejemplo si deseamos hablar de un país grande, tendrá un mayor impacto si se dice que es nueve veces más grande Francia que si se dice que es apenas la mitad de Bracil.

Una forma típica de comparación es la que se realiza haciendo referencia a las perdidas que no existieron, ejemplo un político habla acerca de las reformas que se hicieron de manera apresurada y que talvez afecten a una parte de la población, en su discurso él dirá que si no se tomaban esas medidas administrativas se pudieron haber presentado perdidas de capital que afectarían a una mayor cantidad de población.

Los argumentos de comparación suelen manifestarse en el uso de superlativos, que es cuando se considera un objeto superior a todos los seres de la misma serie. Ejemplo los anuncios publicitarios cuando exageran las virtudes de su producto en comparación con a competencia.
EJEMPLOLos comerciales suelen recurrir a la comparación constantemente, por ejemplo cuando se anuncia un jabón lava trastes, suele presentarse como “el más rendidor de todos” y se compara en cantidad de su producto con un número X de trastes que se pueden lavar.

Teoría de la argumentación II

50. Identidad y Definición en la Argumentación

Una de las técnicas de la argumentación cuasi lógica es la identificación de diversos elementos que son objeto del discurso.
Toda aplicación de una clasificación, todo recurso a la inducción implica una reducción de ciertos elementos; esta reducción no es cuasi lógica cuando esta identificación de seres, de acontecimientos o de conceptos no se le considere del todo arbitraria ni evidente, es decir, cuando dé o pueda dar lugar a una justificación argumentativa.
El procedimiento más característico de una identificación completa consiste en el uso de definiciones. Estas a su vez tienden a una identidad parcial y una identidad completa; en la identidad completa se da el uso de definiciones que no forman parte de un sistema formal, de defieniens con el definiendum.
Para que una definición no nos sugiera esta identificación, es preciso que insista en su distinción, como las definiciones por aproximación o por ejemplificación. Entre las definiciones que conducen a la identificación de lo que es definido con lo que lo define, se distingue con Arne Naess, los cuatro tipos siguientes:
] Las definiciones normativas, que indican la forma en que se quiere que se utilice una palabra destinada a los demás de una regla de la que se cree que todo el mundo debería seguirla.
] Las definiciones descriptivas que señalan cuál es el sentido concedido a una palabra en cierto ambiente en un momento dado.
] Las definiciones de condensación que muestran los elementos esenciales de la definición descriptiva.
] Las definiciones complejas que combinan, de forma variada, elementos de las tres clases precedentes.
Entre las definiciones normativas, sólo las que se presentan como una regla obligatoria son susceptibles de apoyarlas o combatirlas gracias a la argumentación.
El carácter convencional de las definiciones es la posibilidad de introducir cualquier pieza en todos los lenguajes, incluso usuales, símbolos nuevos. El carácter arbitrario de su definición es ilusorio. Lo es más aún si se toma prestado el lenguaje usual tanto del defienens como el definiendum.
Una teoría puede pretender ser puramente convencional y querer fundamentar, sobre esta pretensión el derecho a definir sus signos como le parezca mejor. Sin embargo, en cuanto tiende a una confrontación con lo real, en cuanto se propone aplicarla a situaciones conocida con anterioridad, no puede eludirse el problema de la identificación de las nociones que define con las del lenguaje natural.
Proporcionará un sistema aislado, no sólo de sus aplicaciones, sino incluso de un pensamiento vivo que debe comprenderlo y manejarlo, es decir, integrarlo en estructuras mentales preexistentes.
El carácter argumentativo de las definiciones aparece claramente cuando nos encontramos en presencia de definiciones distintas de un mismo término perteneciente a un lenguaje natural.
El carácter argumentativo de las definiciones se presenta siempre bajo dos aspectos estrechamente entrelazados; con ayuda de argumentos, se pueden justificar, valorar las definiciones, las cuales son argumentos. Los que argumentan a favor de una definición, en el uso de la noción que, en las relaciones de la noción con el conjunto del sistema de pensamiento.
El uso de la noción que se quiere modificar es lo que se llama el uso normal de ésta, de modo que la definición de una noción tomada prestada del lenguaje natural plantea implícitamente las dificultades inherentes a la doble definición.
El uso argumentativo de las definiciones supone la posibilidad de definiciones múltiples extraídas del uso o creadas por el autor, los términos puestos en relación está en interacción constante, no sólo con un conjunto de otros términos del mismo lenguaje o de otros lenguajes, que pueden relacionarse con el primero, sino también con el conjunto de las definiciones posibles del mismo término.

51. ANALITICIDAD, ANÁLISIS Y TAUTOLOGÍA

Admitida una definición, se puede considerar como analítico la igualdad establecida entre las expresiones declaradas sinónimas. Wisdom ha podido distinguir tres clases de análisis: material, formal y filosófico. Los análisis material y formal permanecerían en un mismo nivel del discurso, mientras que el análisis filosófico se dirigiría en un sentido determinado: para Stebbing, conduciría hacia hechos fundamentales; para Wisdom, hacia los datos sensoriales.
Desde el punto de vista argumentativo, todo análisis es direccional, en el sentido de que se opera en cierta dirección, cuya elección determina la búsqueda de la adhesión del interlocutor.
Cuando se trate de análisis técnico conforme con las exigencias de una disciplina, se encaminará hacia los elementos que esta disciplina juzga fundamentales; un análisis no técnico se adaptará al auditorio.
Todo análisis, en la medida en que no se presenta como puramente convencional, puede ser considerado una argumentación cuasi lógica, que utiliza definiciones o un procedimiento por enumeración, el cual limita la extensión de un concepto a los elementos contados.
Si el análisis pareciera indiscutible corre el riesgo de que lo ataquen por carecer de total interés, porque no nos enseña nada nuevo; semejante afirmación recibirá el apelativo de tautología.
La acusación de tautología equivale a presentar una afirmación como el resultado de una definición, de un convenio puramente lingüístico, con lo que no nos enseña nada. Dicha acusación supone que las definiciones son arbitrarias, independientes de la experiencia y están desprovistas de interés científico. Una vez transformadas en tautología, la afirmación se integra en un sistema deductivo; puede ser considerada analítica y necesaria, y ya no parece estar vinculada a los azares de una generalización empírica.
Cuando en una discusión no formal, la tautología parece evidente y querida, como en las expresiones del tipo >>los niños son los niños<<, se le deberá considerar como una figura. La interpretación de la figura la llamaremos tautología aparente, según Baron, es una lepsis oratoria, al estar una de las palabras en sentido propio, y la otra en figurado.
En lugar de nacer de la preocupación por dar un sentido a una tautología que expresa una identidad, puede surgir de otra figura cuasi lógica, basada en la negación de un término por sí mismo, por tanto, en una contradicción: Entramo s y no entramos en el mismo río. La identidad de los contradictorios sirve para ponerlos en el mismo plano.
La tautologías y las contradicciones sólo adquieren la significación argumentativa cuado se aplican a una situación concreta, que sola da a estas nociones la significación particular que conviene.

52. LA REGLA DE JUSTICIA

La regla de justicia exige la aplicación de un tratamiento idéntico a seres o a situaciones que se integran en una misma categoría. La racionalidad de ésta regla y la validez que se le reconoce se relacionan con el principio de inercia, del cual resulta, la importancia que se le concede al precedente.
La regla de justicia reconoce el valor argumentativo, la justicia formal, según la cual los seres de una misma categoría esencial deben ser tratados de la misma manera. La regla de justicia suministrará el fundamento que haga posible pasar de los casos anteriores a los futuros; ella, permitirá presentar, con la forma de una argumentación cuasi lógica, el uso del precedente.
La aplicación de la regla de Justicia, como consecuencia de una asimilación previa de dos clases de situaciones, puede llevar a resultados muy diferentes de los que se hubieran deseado. La regla puramente formal, implica, para su aplicación, el apoyarse en lo concreto, hecho que se vincula a opiniones y acuerdos pocas veces indiscutibles.

53. ARGUMENTOS DE RECIPROCIDAD

Los argumentos de reciprocidad pretenden aplicar el mismo tratamiento a dos situaciones que forman pareja. La identificación de las situaciones, necesaria para que sea aplicable la regla de justicia, es aquí indirecta, en el sentido en que requiere la intervención de la noción de simetría.
Los argumentos de reciprocidad realizan la asimilación de situaciones considerando que ciertas relaciones son simétricas. La simetría facilita la identificación entre los actos, los acontecimientos, los seres, por que hace hincapié en un aspecto que parece imponerse con motivo de la simetría resaltada.
Los argumentos de reciprocidad también pueden resultar de la transposición de puntos de vista, transposición que permite reconocer, a través de su simetría, la identidad de ciertas situaciones.
La argumentación cuasi lógica se hace posible con la condición de olvidar todo lo que diferencia las situaciones y reducirlas a lo que las vuelve simétricas.
Las argumentaciones cuasi lógicas pueden utilizar otro tipo de simetría que se deriva del hecho que se presentan como inversa una de otra dos acciones, dos conductas, dos acontecimientos. De lo anterior se concluye que lo que se aplica uno se aplica al otro. Las condiciones de aplicación de semejantes argumentaciones no son, pues, puramente formales; se deducen a una apreciación sobre la importancia de los elementos que distinguen situaciones, juzgadas, sin embargo, simétricas desde un punto de vista determinado. A veces, se evoca la simetría de situación con complacencia, con el único propósito de negarla.

Teoría de la argumentación

Los argumentos cuasi lógicos

45. Características de la argumentación cuasi lógica

Este tipo de argumentos pretenden la convicción, presentándose comparables con los razonamientos formales, lógicos matemáticos. Si se les somete a un análisis se podrá demostrar su diferencia con las demostraciones formales. Sólo si el análisis no fuera formal se les pude dar una apariencia demostrativa, es por esto que se les llama cuasi lógicos.
Conviene primero evidenciar el esquema que utilizan para que parezca de naturaleza formal, después insertar los datos que los hace comparables. Los argumentos cuasi lógicos recurren a la aproximación de los razonamientos formales incuestionables para poder ser persuasivos. Lo que distingue a la argumentación cuasi lógica es su carácter no formal y el esfuerzo de pensamiento que necesita su reducción a lo formal.
Un sacerdote, por ejemplo, empleará una estructura formal, incuestionable, para relacionar sucesos que competen a la ética. Dada la estructura formal de al argumentación su sermón será aceptado como formal y no como sistema de relaciones lógicas.
En los argumentos cuasi lógicos presentados por el orador primero presentará sus razonamientos valiéndose del pensamiento lógico que en otras ocasiones servirá más bien como un refuerzo a la argumentación. El que critique un argumento de éste tipo recurrirá para ello a argumentos cuasi lógicos. Las acusaciones recibidas por el oyente pueden ser precisas (por contradicciones) o generales (por pronunciar un discurso pasional).
Los feligreses, por ejemplo, al escuchar un sermón estructurado como se mencionó anteriormente, podrá descubrir y criticar el discurso pero para hacerlo debió recurrir a la lógica para encontrar los defectos en las relaciones de las oraciones.
Los argumentos cuasi lógicos se pueden analizar de acuerdo a si apelan a estructuras lógicas (contradicción, transitividad, identidad) o relaciones matemáticas relación de una parte con el todo, del mayor con el menor, frecuencia). Siempre se debe considerar que los oyentes pueden comprender y analizar de forma distinta un mismo argumento.

46. Contradicción e incompatibilidad

La afirmación, en un mismo sistema, de una proposición y su negación conlleva a una negación que hace que el sistema sea incoherente e inutilizable. Cuando los enunciados son unívocos, como en los formales, no hay contradicción discutible ante la evidencia. En el caso del lenguaje natural puede resultar que los términos sean interpretados de diferente manera. Es raro poder considerar a una argumentación enteramente unívoca.
La contradicción lógica es independiente de nuestra voluntad y de las contingencias pues es ineludible en el marco de las convenciones mismas. El campo y las condiciones de su aplicación varían de acuerdo a las circunstancias y las decisiones tomadas por los participantes en el debate. Por ello, salvo circunstancias muy especiales, no está permitido valerse de una contradicción, dentro del sistema de argumentación del adversario.
En estos casos se suele recurrir a la incompatibilidad. En ocasiones de suelen presentar dos afirmaciones apelando a la razón y a la lógica por eso uno de los medios de ataque a una argumentación cuasi lógica de este tipo consiste en demostrar que se trata, no de una contradicción, sino de una incompatibilidad. Hay casos en los que se pretende descubrir una incompatibilidad desde una decisión personal, por lo cual estará más alejado de una contradicción formal. Las incompatibilidades pueden ser evidenciadas por algunos pero otros serán incapaces de ello.
En la confrontación de dos políticos en un debate, alguno de ello utilizará las contradicciones de las afirmaciones del otro para desmeritar su discurso. Estas contradicciones serán resultado de la ilación de dos asuntos que en lugar de adecuarse se confrontan entre sí.
También puede resultar que o existan meras contradicciones en los argumentos sino incompatibilidades de las proposiciones a pesar de parecer lógicas. Frecuentemente se pueden descubrir incompatibilidades en los discursos de los abogados en un tribunal en el que a pesar de tratar temas jurídicos los abogados recurren a normas morales mitiguen el peso de la ley.
Las incompatibilidades pueden resultar de la aplicación a situaciones determinadas de varias reglas, por ejemplo: morales o jurídicas, de textos legales o sagrados. Mientras que las contradicciones entre dos proposiciones suponen un formalismo o un sistema de nociones unívocas, la incompatibilidad siempre es relativa a las circunstancias contingentes.

Punto 47. Procedimientos que permiten evitar una incompatibilidad.

Las compatibilidades no son formales, por lo que pueden adoptar tres actitudes distintas al tratar los problemas:

Lógica.- Se preocupa por resolver todos los problemas que puedan surgir con la aplicación de reglas, leyes y normas. Normalmente ésta es la actitud del investigador que se propone formular leyes y de quien elabora una doctrina jurídica o ética proponiéndose resolver todos los casos de aplicación en la práctica. Esto implica la eliminación de lo imprevisto.

Práctico.- Sólo resuelve los problemas a medida que se presentan. Es la actitud de quien no desea comprometerse más de lo necesario y desea adaptarse a lo imprevisto y a la experiencia futura.

Diplomática.- Es en la cual se inventan procedimientos para que no aparezca la incompatibilidad o para dejar para un momento más oportuno las decisiones que se van a adoptar. En este caso se recurre a la ficción, la mentira y el silencio, que sirven para evitar la incompatibilidad en el plano de la acción para no resolverla en el plano teórico. Así mismo, puede adoptarse la hipocresía, que consiste en dejar creer que se adopta una conducta conforme a la que se espera, es decir, dejar creer que uno se ha decidido por un camino determinado.


Las incompatibilidades difieren de las contradicciones porque sólo existen con arreglo a lasa circunstancias. Por otra parte, eludir una incompatibilidad actual puede crear en el futuro otras nuevas y más graves.

Ejemplo: Los problemas de la vida diaria son los que en general están llenos de incompatibilidades y de acuerdo a la personalidad de las personas es como se manejan éstas , ya sea de una manera lógica en la que se tienen en cuenta los pro o contras de tal o cual reacción gracias a los conocimientos previos que tenemos , o de una manera practica en la que reaccionamos muchas veces sin pensar en la forma de como nos afectara. Pero en general es la forma diplomática en la que mas confiamos siempre inventamos formas o procedimientos para que la incompatibilidad no se note o para adaptarnos y en algunos casos la ignoramos.



Punto 48. Técnicas orientadas a presentar tesis como compatibles o incompatibles.

Las técnicas que permiten presentar enunciados como incompatibles y las orientadas a restablecer la compatibilidad son las más importantes en toda argumentación.
Dos proposiciones son contradictorias, dentro de un sistema formalizado, cuando al ser una negación de la otra, pueden aplicarse igualmente a una situación. Esto puede exponer que las actitudes vinculadas son incompatibilidades.
Las técnicas para plantear incompatibilidades consisten en firmar que dos tesis que se excluyen, una es de aplicación, lo cual hace inevitable el conflicto con otra tesis que se aplica al mismo objeto.
Sólo se llama incompatibilidad cundo la tesis corresponde al mismo sistema.
Autofagia.- Se presenta con modalidades diversas. Es la incompatibilidad que no opone reglas diferentes, sino una regla cuyas consecuencias resultan del hecho mismo de demostrarla.
Es un argumento que muestra que el acto por el cual se ataca una regla es incompatible con el principio que sostiene este ataque. Otro caso de autofagia es oponer una regla a las consecuencias que parecen derivarse.
Todos los casos de autofagia debilitan una tesis ya que, muestra las incompatibilidades, que revela una reflexión sobre las condiciones o consecuencias de su afirmación.

Ejemplo: Las personas que están en contra del maltrato a los animales, sin embargo, no se muestran inconformes en el modo y procedimientos con el que se matan los animales que comen a diario, como son el pollo y la res. Están mostrando una incompatibilidad.

Punto 49. El ridículo y su papel en la argumentación

El ridículo es lo que merece ser sancionado con la risa .Una afirmación es ridícula en cuanto entra en conflicto, sin justificación alguna, con una opinión admitida. Normalmente, el ridículo esta vinculado al hecho de que se haya quebrantado o combatido una regla de modo inconsciente.
El ridículo se manifiesta a favor de la conservación de lo que esta admitido; un simple cambio de opinión justificado, es decir, una oposición a lo que había enunciado la misma persona, podría exponerse al ridículo.
Igual que, en geometría, el razonamiento por reducción al absurdo comienza por suponer como verdadera una proposición A para mostrar que las consecuencias son contradictorias con aquello a lo que se ha consentido y pasar de ahí a la verdad de no A, así la más característica argumentación causi lógica por el ridículo consistiría en admitir momentáneamente una tesis opuesta a la que se quiere defender, en desarrollar sus consecuencias, en mostrar su incompatibilidad con aquello en lo que se cree y en pretender pasar de ahí a la verdad de la tesis que sostiene.
La asunción provisional por la cual comienza esta clase de razonamiento puede traducirse por una figura, la ironía ( es mediante la cual se quiere dar a entender lo contrario de lo que se dice) la cual supone siempre conocimientos complementarios respecto a hechos, y normas. En realidad, estamos ante una argumentación indirecta.
No se puede utilizar la ironía en los casos en los que se duda de las opiniones del orador. Esto da a la ironía un carácter paradójico: si se emplea significa que resulta útil argumentar ; pero, para emplearlo hace falta un acuerdo mínimo. Sin duda esto es lo que obliga a Baroja a decir que la ironía tiene un carácter más social que humano.
La ironía es tanto más eficaz cuando mas se dirige a un grupo bien delimitado. La concepción que uno se hace de las convicciones de ciertos medios es la única que puede llevarnos a adivinar si tales textos son o no irónicos. Es comprensible que sobre todo sea la ironía el procedimiento de la defensa puesto que, para comprenderla, la ironía exige un conocimiento previo de las posiciones del orador ; ahora bien, el ataque las ha puesto de manifiesto.
Hace falta audacia para afrontar el ridículo, cierta capacidad para superar la ansiedad; por esto no basta para conseguirlo: para no caer en el ridículo, es preciso poseer un prestigio suficiente, y nunca se esta seguro de que lo sea.
El prestigio del jefe se mide por su capacidad de imponer reglas que parezcan ridículas y obligar a sus subordinados a que las admitan. Por lo general, la argumentación, obra de humanos, solo se opone a lo que se considera objetivamente valido. Las opiniones de las que trata no son en absoluto indiscutibles, las autoridades que las exponen o las combaten no son del todo inatacables y las soluciones que se acepten, en resumidas cuentas, se las conoce de antemano.
Ejemplo: Caer en lo ridículo es una manera de contradecirnos a nosotros mismos de una forma muy obvia, podríamos decir que nos gustan los días de lluvia pero que sin embargo no nos gusta el agua, como podría ser eso si al decir que nos gustan los días de lluvia va implícito que nos gusta el agua decir mas tarde que no nos gusta es negar una afirmación propia y así caer en lo ridículo.

TRABAJO FINAL

Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Teorías del discurso

Mtro. Iván Islas.
Mayo 31, 2007.

Lineamientos para la entrega de trabajo final

1. Consideraciones generales: El trabajo final consistirá en realizar un cartel (gráfico de publicidad social) a través del cual se transmita la siguientes afirmaciones:

a) En México, todo grupo social debe ser tratado de igual manera.

2. La afirmación seleccionada dará pie a realizar el esquema argumentativo que deberá desarrollar los siguientes puntos:

a) Afirmación seleccionada.
b) Mensaje general que se pretende trasmitir (el cual deberá contener en esencia la afirmación).
c) Argumentos. Se deberá exponer cada argumento empleado, se justificará y se identificará según las técnicas argumentativas de Perelman.

3. Planteamiento gráfico. Se expondrán de manera verbal los elementos que contendrá el cartel y su relación con los argumentos planteados (justificación de cada elemento).

4. Bocetos del cartel. Son esquemas visuales de cómo quedaría el cartel. Por lo menos entregar tres opciones que se hayan discutido antes de haber seleccionado la que se convertiría en el cartel (se pueden entregar en hojas blancas a mano).

5. Cartel. Características técnicas:

a) Tamaño tabloide.
b) Utilización de recursos digitales.
c) Impresión en papel fotográfico.

6. Formas de entregar el producto. Toda la justificación (puntos 1-4) deberá integrarse en una carpeta (engargolado) con portada respectiva.

Nota: No se aceptarán trabajos que no cumplan con requerimientos mínimos de ortografía y redacción. En cuanto al cartel, no se aceptará si no cumple técnicamente con las indicaciones antes mencionadas.
Fecha de entrega: Viernes 22 de junio de 2007.